Alarma en el sector cárnico por los reiterados ataques a instalaciones y vehículos perpetrados, supuestamente, por “terroristas animalistas”.
La Asociación Asturiana de Industrias Cárnicas, Asincar, insta a sus asociados a “extremar las precauciones” para evitar en la medida de lo posible los ataques dirigidos a empresarios del gremio, como los últimos ocurridos la madrugada del domingo en las inmediaciones del matadero de Gijón, en la parroquia de Granda, donde resultaron calcinadas dos furgonetas.

El presidente de Asincar, César García, mostró su “preocupación ante el daño que estos sucesos puedan acarrear en las empresas del sector”. “No se trata de un hecho aislado, ya que en los últimos días la organización habría mostrado la intención de atentar contra empresas dedicadas a la comercialización de productos cárnicos en la región”, señala el representante de las 84 empresas integradas en la asociación.

Hace referencia a las reivindicaciones del Frente de Liberación Animal. El colectivo de empresarios tiene constancia de otras acciones perpetradas contra negocios en Oviedo, Siero y Grado.

La organización afirma no hacerse cargo de estos ataques que denuncian los empresarios. “Posiblemente se suben al carro muchas de esas empresas haciéndose las víctimas. Por desgracia, la empatía no es algo que juegue a su favor”, consideran, a la vez que tachan a estos negocios de “actuar de una manera esclavista”. La Policía Nacional y la Guardia Civil continúan con las investigaciones.

Los hechos acontecidos en Asturias no son casos aislados. Esta misma organización ha reivindicado acciones de esta índole en otros puntos de la geografía española e incluso en otros países, como Chile, Países Bajos, Panamá o Reino Unido. Su organización se estructura en pequeñas células no coordinadas que en algún caso pueden llegar a estar formadas por una sola persona. Todas ellas comparten un objetivo en común: la liberación de los “animales no humanos”. Según explicaron “los hechos se realizan como forma de presión y sabotaje económico, con el fin de que la actividad explotadora y opresora sobre los demás animales se acabe. En varios países se ha conseguido que cesen negocios peleteros, cárnicos…».

Dados los últimos acontecimientos, las fuerzas de seguridad investigan si la de Asturias podría tratarse de una célula o un “lobo solitario”.