LA PPA SUPERA LOS EFECTOS DEL COVID-19 EN SECTOR PORCINO, SEGÚN RABOBANK
La PPA sigue siendo la principal influencia en los mercados mundiales de carne de cerdo, y continúa afectando a los censos de ganado porcino y restringiendo la producción de carne de cerdo en China, Vietnam, Filipinas y partes de Europa del Este, según señala Rabobank en su último informes trimestrales sobre la evolución del sector porcino a nivel mundial.
Al no existir una vacuna efectiva frente a la PPA al menos durante 2020, según Justin Serrard, consultor de Rabobnak, las medidas de bioseguridad siguen siendo la defensa más efectiva.
La recuperación del censo ganadero está en marcha en China y ha avanzado más rápido de lo esperado, pero se espera una caída significativa adicional en la producción de carne de cerdo en 2020. La situación de la PPA se está estabilizando en Vietnam, pero se esperan reducciones adicionales en la producción de 2020. Mientras tanto, en Filipinas, la enfermedad continúa propagándose.
Como tal, China y el sudeste asiático continuarán aumentando las importaciones de carne de cerdo, con la expectativa de que en el caso de China alcancen niveles récord.
Sin embargo, los efectos de la pandemia mundial del covid-19 agregan más complicaciones a las perspectivas. Si se esperaba que la producción de carne de cerdo aumentara en América del Norte, Brasil y algunas partes de Europa en 2020, el impacto de Covid-19 significa que ahora se esperan limitaciones en todos los principales países productores.
El Covid-19 también afectará el consumo de carne de cerdo, principalmente a través de la reducción en las operaciones del canal foodservice. La reducción en el consumo, según Rabobank, no compensará la reducción de la producción, resultando en mercados de carne de cerdo relativamente ajustados.
Según Sherrard, las principales incertidumbres que vemos en los mercados mundiales de carne de cerdo, asociadas con la PPA e influenciadas por el covid-19, son: la pérdida de producción asociada con el cierre de plantas de procesamiento y la desaceleración de las operaciones; la posibilidad de que las continuas tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China afecten el comercio de carne de cerdo y el riesgo de un brote de PPA en un importante país productor en Europa, como Alemania».