China importará este año 2,15 millones de toneladas de carne de porcino, la mitad que el año pasado (4,33 millones), según las últimas previsiones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), que ha revisado a la baja las estimaciones ya pesimistas que manejaba el pasado mes de abril sobre las compras del gigante asiático.
La caída se debe a una moderada recuperación de la producción nacional, que alcanzará los 51,8 millones de toneladas, frente a 47,5 millones en 2021. A pesar de ello, seguirá siendo el primer importador mundial, con una cuota del 20% del total.
Este desplome de las importaciones chinas, que en 2020 llegaron a superar los 5 millones de toneladas, obliga a los grandes exportadores, como la Unión Europea, Brasil y Estados Unidos, a buscar otros mercados en los que colocar su producción. Dado que las alternativas son limitadas, las exportaciones mundiales se verán reducidas en un 13% respecto al año pasado y se situarán en 10,5 millones de toneladas.
Por otro lado, el USDA explica que los cambios en el abastecimiento de carne de porcino de China tienen impacto en el mercado de carne de pollo. Las importaciones chinas de este tipo de carne se han revisado a la baja para este año, ya que los consumidores volverán a adquirir más cerdo, que es la proteína animal preferida del país.
En el comercio mundial de carne de pollo China representa solo el 5% de las importaciones mundiales, por lo que los países exportadores tendrán más fácil encontrar otros mercados.
El mercado chino de carne de vacuno no se verá prácticamente afectado por los cambios en el del porcino; sus importaciones se mantendrán en algo más de 3 millones de toneladas, similares a las del año pasado.